Con el verano a la vuelta de la esquina y el buen tiempo ya prácticamente asentado, los chapuzones en las piscinas son unos buenos aliados para combatir el calor que sufrimos en Sevilla. Pero debes tener en cuenta que, por muy limpia que esté el agua donde te bañas, los riesgos de coger una infección auditiva siempre están ahí.
Además, no importa que sea una piscina privada, que sea pública o en un gimnasio, las posibilidades de coger una infección de oídos u otitis es muy común en esta época del año. En ello influyen factores como la calidad del agua, el tiempo que pasamos en ella —¿cuánto tiempo pasan tus hijos zambulléndose y jugando en la piscina?—, como posibles perforaciones y lesiones que hayamos sufrido anteriormente en el tímpano.
Ten en cuenta que tanto al nadar como al bucear el agua entra de lleno en nuestros conductos auditivos. El calor y la humedad favorecen la maceración de la piel y la formación de gérmenes que producen la infección. Ante esta situación los mejores consejos de nuestros expertos en audiología son:
- Conservar en el mejor estado posible el agua de la piscina.
- Secarse bien los oídos al salir del agua.
- Extremar la precaución si te vayas en piscinas con gran afluencia, mar, ríos y pantanos.
- Y, sobre todo, utilizar tapones a medida para proteger los conductos auditivos.
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